Mi hijo luego de una larga travesía por médicos fue diagnosticado con TEA, entró a una escuelita de lenguaje con decreto 815, fue dado de alta para ingresar al sistema educativo tradicional con sistema PIE, como muchos saben es muy difícil encontrar cupos para niños TEA en el sistema tradicional, pero encontramos uno que el equipo PIE hizo todo lo posible por integrarlo pero había una piedra de tope muy importante, los profesores, ellos no estaban capacitados para tratar a un niño con NEE (Necesidades Educativas Especiales), lo intentamos por 3 años y como resultado mi Mati le tomo odio al colegio.
En abril del 2019 tuvimos el control con su Neuróloga del Hospital El Carmen, Ingrid Luengo, y ella al ver lo frustrado que mi hijo se sentía intercedió para que ingresará a la Escuela Hospitalaria El Carmen, desde el primer día hubo conexión con sus profesores. Desde ese día Matías quiso volver al colegio, querer levantarse por las mañanas y establecer nuevas rutinas, hasta desapareció su miedo a las alturas.
Hoy Mati está en tercero básico y en solo 6 meses hicieron lo que no se pudo en tres años, nivelarlo a su edad escolar y que aplique todo lo que aprende.
Si no fuera por este gran equipo mi hijo no hubiese vuelto al sistema escolar, acá los “profes” hacen su pega como en todos lados, pero existe una gran diferencia con otros, ellos ponen una gran cuota de amor a cada niño de su escuelita, se dan el tiempo de conocerlos y saber exactamente qué es lo que les gusta, cómo ayudarlos cuando se descompensan y lo principal y más importante es sentir que los niños son felices y verlos ir a casa con una gran sonrisa.
Muchas gracias a todo el equipo de la Escuela Hospitalaria El Carmen.
Apoderados