La integración de mi hijo a la escuela hospitalaria El Carmen fue un momento de mucho temor para ambos, ya que veníamos de muchos intentos y malas experiencias en la educación “convencional” inclusive con programas de integración escolar, lo que provocó que el no quisiera asistir más a la escuela ya que solo se desregulaba y no estaba siendo un niño feliz. Pero con el pasar de los días me encontré con la agradable sorpresa de que el proyecto educativo de la escuela es personalizado, incluyente y flexible.

Nos encontramos con un proyecto educativo innovador, integrador y flexible que desarrolla herramientas y habilidades para la futura inserción o reinserción social y escolar, que trabaja colaborativamente con las familias y el recinto hospitalario. Y no es sólo eso, les puedo contar que en cuanto a la atención domiciliaria: entregan una atención personalizada (se preocupan que todas las actividades sean acorde a la condición de cada uno) y además resguardan la salud de sus estudiantes.

La Escuela Hospitalaria ha sido un lugar de gran apoyo para Cris y para toda la familia. Comenzamos a mediados del 2022 sin conocer nada; enfrentándonos a nuevas experiencias, eso sí, las mejores diría yo. Llegamos al hospital por motivos de salud y desde entonces comenzó a ser parte de la escuelita hospitalaria. La verdad, creo que como mamá estaba más nerviosa que Cris. Él se adaptó súper rápido con las profesoras... es que, cómo no, si todas son un amor, muy cariñosas y dedicadas con sus alumnos. Te entregan esa confianza que una como mamá necesita para ver bien a sus hijos... Cris es feliz con sus clases y nosotros también.

Soy la madre de Martín Castañeda, llevamos 2 añitos con las tías en esta escuelita, veníamos de otro colegio en el cual me llamaban cada 10 minutos por sus crisis, todos los días, en este tiempo aquí eso ha cambiado, el está entusiasmado de ir a clase, las profesoras han sido de gran apoyo para Martín ,cada día lo veo como avanza, tal vez personas externas nos dicen que es poco, pero para nosotros es un tremendo paso que los niños/as dan y eso es gracias a esas profesoras con un tremendo corazón.

Como familia , estamos muy orgullosos y agradecidos de Dios por tener a Joaquin con nosotros y en donde la escuela hospitalaria ha sido un pilar fundamental porque nos hemos sentido incluidos, escuchados ,apoyados. El amor que entregan a diario cada una de las tías en cada una de las actividades educacionales que realizan es sin duda fundamental para el desarrollo integral de nuestro hijito. Solo podemos resumir que en esta escuela que cada día sentimos como familia que las dificultades pueden ser superadas a pesar de las condiciones especiales que cada alumno posee.